Ya os lo dije, no era una broma. Ayer comenzó la grabación de No te detengas. Ya tenemos hechas unas cuantas bases, y eso que llegamos tarde…

¿De verdad llegasteis tarde el primer día de grabación?
Sí, amigos. Me pasé una salida, que ya no sé muy bien si era de la M-40, de la M-14, de la M-11 o de la M-que-lo-parió, y acabamos en el aeropuerto de Barajas.
Dramatización de los hechos
—Esto no es el estudio, Jorge, es el aeropuerto.
—Yo ya sabía volar.
—Pues vuela hacia el estudio, a ser posible.
Bueno, ¿y qué grabasteis?
Grabación de baterías y bajos
Pues nos liamos con las bases de las canciones. Las bases, en este caso, son las baterías y los bajos. Nos dio tiempo a dejar listas 4 canciones, 2 por la mañana y 2 por la tarde.
La primera de la tarde fue dura. A la hora de la siesta no es fácil grabar. Bueno, a la hora de la siesta no es fácil hacer cualquier otra cosa que no sea dormir la siesta. También es verdad que no ayuda mucho el hecho de comerse un entrecot justo antes, pero es que se necesita mucha energía para grabar un pepino. Entrecot power, que me gusta decir.
Lo aclaro, por si acaso tenéis dudas: entrecot siempre va en negrita, como chuletón de ternera.
¿Y cómo se graba una base de esas?
La cosa va así. Nos encierran a Emilio —el de la batería— y a mí —el del bajo— en un cuarto y nos ponen a tocar una canción. «La misma, si puede ser», nos advierten. Ellos —los técnicos, el resto de la banda y cualquier persona que pase por allí— atrancan la puerta desde fuera, y no nos dejan salir hasta que hemos tocado la canción en condiciones.
A Ellos los vemos a través de un cristal pero, como está todo insonorizado, no oímos lo que dicen. Nos hacen señas, agitan los brazos y se ríen. Ellos tienen un micrófono para ir comentándonos la jugada, lo que se les va ocurriendo, y nos dicen cosas como «muy bien, sois unos máquinas», «vaya pepino» o «qué rico estaba el entrecot».
Creo que con eso os podéis hacer una idea. Si os queda alguna duda, que sé que éste es un tema muy desconocido para muchos, preguntad, que es gratis.
Yo me voy a que me encierren otra vez con el de la batería. Y después, si me lo merezco, puede que me clave otro entrecot.