
Lánzalo.
Lo verás alejarse y volar.
Es su forma de moverse.Apunta al doble, al triple, al centro.
O tíralo hacia arriba, sin mirar,
que se estampe exactamente
donde quiera.Algunos los verás de cerca,
pero la mayoría de los aterrizajes
estarán en tu imaginación.
Nunca se sabe, a lo mejor le cae encima
a alguien que se lo merezca.Lo importante es que recuerdes lo esencial:
no es puntuación, es intención;
no es potencia, es precisión.Cuando lo que se clava es un dardo,
cualquiera puede llegar y arrancarlo de la diana.
Cuando es una canción,
eso no hay un dios que lo quite.
Eso es para siempre.