
Pudimos cargar el fusil
y atinar con un tiro en el sitio perfecto,
fabricar una bola de nieve
más grande que la de ayer.Brindamos por la condición
(fragmento de Mi tablero)
que obligaba a jugar a cada pasajero,
por volver a plantar cada pie
y enterrarlo en la arena
que nos vio empezar de cero.
La vida no es un recorrido en línea recta. Está plagada de curvas, frenazos, cambios de sentido y regresos al punto de partida.
Cuando vuelvas al mismo rincón, aprovecha para respirarlo, pisarlo, hundirte en él. Búscate ahí, hace 10 años. Y si te encuentras, pregúntate: ¿qué haría yo en mi lugar?
A veces la respuesta es reveladora.