Escribir la letra de una canción: ¿Por dónde empezar?

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Cuando se trata de escribir la letra de una canción, lo más díficil es empezar. Después de 15 minutos sentado, bolígrafo en ristre, aún no has escrito una sola palabra. ¿Te ha pasado?, ¿no sabes ni siquiera por dónde empezar? Entonces te interesa seguir leyendo, porque te voy a dar una solución.

Escribir la letra de una canción: ¿Por dónde empezar?
El disparador creativo. De 0 a 100 en 3 pasos.

El disparador creativo

¿Sabes lo que es un disparador creativo? Es un mecanismo para generar ideas. Para ponerte en movimiento de forma rápida, en vez de pasarte la mañana entera mirando un folio en blanco. Empezar a escribir la letra de una canción es como quitarle el corcho a una botella de vino que se encuentra boca abajo. La diferencia es que, en vez de vino, lo que se desparrama por la mesa son tus ideas. Algo, por otro lado, mucho más fácil de limpiar.

Un disparador creativo es un sacacorchos. Sirve para quitar el tapón, para desbloquear tu cerebro y ponerlo en marcha. En el ejercicio que te voy a proponer, sólo es necesario que sigas los pasos. Te garantizo que, si lo haces, al final tendrás en la mano el germen de una nueva canción. Te lo dice el Doctor Pepino.

No soy partidario de prohibir nada, pero para este ejercicio voy a establecer un par de reglas: prohibido volver hacia atrás y prohibido pensar demasiado. Es decir, una vez completado uno de los pasos, no puedes cambiar tu respuesta. Y no le des tantas vueltas; si lo haces, corres el riesgo de entrar en un bucle y marearte. Recuerda que estás quitando el tapón de la botella; no hay mucho que pensar.

No puede ser tan sencillo.

Bueno, pruébalo y me cuentas. Pero prométeme que vas a terminar el ejercicio. No te llevará más de un minuto. Estos son los pasos que tienes que seguir.

Ejercicio de composición para empezar a escribir la letra de una canción

Elige una persona

La que tú quieras. Puede ser alguien cercano, un conocido o una persona a la que conoces de vista. ¿Ya la tienes? ¡Hemos dicho que sin pensar!

¡Es que sin pensar es muy difícil!

Si tus neuronas se han tomado al pie de la letra lo de no pensar y están haciendo una sentada mirando al infinito, te lo doy hecho: elige a la primera persona con la que te cruces a partir de este momento. Esto es muy emocionante, sobre todo si eres un ermitaño y vives aislado en una cabaña perdida por el monte. Puede que tengas que bajar al pueblo más cercano, pero así es la vida. Nadie dijo que ser ermitaño fuera fácil. Haber estudiado.

Escribe algo que te gustaría decirle a esa persona

Puede ser una pregunta, un comentario, un halago, un reproche… lo que te dé la gana. Lo primero que te venga a la cabeza. ¿Ya lo tienes? Escríbelo. No va a leerlo nadie más ni vas a presentarte con ello a un concurso de belleza literaria, así que no te vuelvas loco. No es necesario que rime ni que esté redactado por el espíritu de Cervantes.

Cántalo

Éste es el último paso. A cantar. Directamente.

Me prometiste que ibas a terminar el ejercicio, así que ahora no te rajes. Si tienes un instrumento a mano, te dejo que lo cojas para romper el hielo. O puedes dar unos golpecitos en la mesa para marcar el ritmo, si eso te ayuda. Lo importante es que cantes lo que has escrito en el paso anterior. Cántalo 3 ó 4 veces seguidas, como si fuera la letra de un estribillo.

Si te bloqueas en este punto, piensa en cómo lo haría tu cantante favorito. Te doy ideas, por si te te sirven de inspiración: Bob Dylan, Juan Luis Guerra, Mónica Naranjo, Conchita…

¿Puedo utilizarte a ti como ejemplo?

Venga, si te hace ilusión… A ver, tampoco me elijáis todos a mí, que luego me duele la garganta de cantar vuestras movidas imaginarias.

Resultado del ejercicio

¿Lo has cantado ya? ¿Qué tal?

Si has seguido los 3 pasos, habrás empezado a escribir la letra de una canción. Tendrás una melodía y un texto que han salido de tu cabeza. Lo has hecho tú solito. Enhorabuena, has quitado el tapón.

Y me juego el cuello a que ahora mismo, a raíz de esto, tienes unas cuantas ideas más revoloteando a tu alrededor. ¿Me equivoco?


Una última cosa. Si crees que este artículo puede ser interesante para alguien, házselo llegar: compártelo en las redes sociales, mándale el enlace o simplemente cuéntaselo. Si lo haces, el Doctor Pepino se pondrá muy contento.

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